#08 El estilo de Mark Zuckerberg vale miles de millones
Hablamos de cómo se mejora una marca personal, lo nuevo de Open AI, el fail de Apple y, para terminar, una Mahou fresquita.
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El estilo de Mark Zuckerberg vale miles de millones
Por Enrique López - Fashion Product Developer en VRANDED Haus.
¿Eres de los que creen que las personas nunca cambian?
Pues te voy a demostrar que te equivocas. Porque hay un hombre que ha pasado de esto…
a esto.
Parecía imposible que un aprendiz de reptiliano mejorara su estilismo hasta parecer el mejor Chris Martin, pero Mark Zuckerberg lo ha conseguido a sus 40 palos. O, para ser más exactos, el equipo de PR de Meta es el que ha obrado un milagro a la altura de la actualización de Neville Longbottom. ¿Y por qué lo ha hecho?
Vamos a empezar por el principio de esta historia de marca personal, puñetazos, frikis y miles de millones de dólares en juego.
El CEO listillo ya no vende
Mark Zuckerberg acaba de cumplir 40 años. El primer pensamiento que se me viene a la cabeza es que hay gente que siempre tendrá carita de niño. Pero el segundo pensamiento es que “los 40”, ese momento de darle la vuelta al jamón, debe de ser buen hito para tomar decisiones vitales como comprarte una moto, cambiar de trabajo o construirte una mansión de supervillano en Hawái.
También es buen momento para cambiar de estilo. El rollito que llevaba hasta ahora el fundador de Facebook, esa imagen suya de nerd, ya estaba cansando al personal. Ni estamos en los 2000, ni Mark es el mismo, ni la gente usa ya Facebook (a menos que seas mayor que el propio Zuckerberg).
Ese estilismo con camiseta negra eterna y pantalones vaqueros tenía un propósito más allá de lo aparente: no transmitir nada. Y eso es inteligente. Porque si no te puedes distraer mirando la ropa de alguien, es más fácil que atiendas a lo que dice. Si no te puedes ofender con el estilo de una persona, es más probable que no te caiga mal.
Aunque también haces más difícil conectar con esa persona.
Dirigir una compañía con estilo
El estilo es algo que va más allá de la moda. Es surfear una ola para saber coger la siguiente. Se basa en saber entenderte, en hacer que lo que llevas puesto sobre el cuerpo sea una parte más de tu identidad.
Carecer de estilo es, en parte, carecer de identidad.
Hoy, por culpa de redes sociales como Facebook, quien carece de identidad no existe y el último en darse cuenta de esto ha sido el propio Zuckerberg. Si no dices nada sobre ti, otros lo harán, llamándote nerd, ladrón de datos o, incluso, asesino.
Y como una mala imagen del CEO es una mala imagen de la empresa, la mejor solución que se le ha ocurrido al equipo de Meta es zambullirse en el estilo streetwear o raperillo. Con camisetas oversized, pantalones que le sientan mejor y zapas.
Que este estilo conecta con lo actual es innegable, pero un estilo impuesto siempre tiene tufillo a falso. Como un polo Macoste o unas zapatillas Alilas.
El estilo nunca se puede copiar, es saber hacer tuya una forma de expresarse. La jugada sale regular, pero cumple con el que parece su objetivo principal. Ganarle una batalla mucho más estratégica de lo que parece a su gran rival.
O, más que batalla, podríamos hablar de combate.
Zuckerberg vs. Musk. FIGHT.
Aunque a Zuckerberg se le haya llamado de todo, hay un CEO de empresa tecnológica al que todavía se le ha criticado más: Elon Musk. El problema: también le alaban mucho más.
Con Elon te pasa como con Dulceida, o la amas o la odias.
Ese rollo de super cowboy visionario, protector de la libertad de expresión y destructor de sindicatos, es despreciable para unos y mesiánico para otros. Pero, desde luego, no es impostado, porque esa es realmente su forma de ser.
Ese es su estilo.
Elon cuenta con un look mucho más desenfadado, que conecta rápidamente con un público joven, masculino, que se siente coartado en la sociedad actual. Allana el terreno para sus futuros clientes, los que comprarán Teslas y harán turismo espacial (o lo que Musk les diga que hagan).
Desde hace un tiempo el duelo Zuckerberg vs. Musk ha escalado hasta retarse a puñetazos a la salida del colegio. Pero bajo esta exhibición de plumas de pavo real subyace un objetivo estratégico de marca muy interesante.
En Meta se han dado cuenta de que a su CEO no le respetan tanto como a Musk. Y esto es un problema grave. Zuckerberg estaba perdiendo la atención de los tech bros que invierten en las compañías, en otras palabras, la atención de la pomadita. Esos tekkies son los que, precisamente, están fascinados con el líder de Space X.
Virar la atención de la gente no es fácil, pero en Meta saben mejor que en ningún sitio que en la economía actual todo gira alrededor de la atención. Cuanto más tiempo pasas en Instagram, menos tiempo estás en TikTok. Uno gana y otro pierde. Punto. Y cada plataforma hace su algoritmo más adictivo para captar tu atención.
El último paso de esta estrategia es el 40 aniversario de Mark. El CEO se ha hecho unas fotos repasando su vida que ilustran a la perfección este cambio de imagen.
De fondo, el hábitat del Zuckerberg de los 2000: una habitación angosta y una pizzería cutre. En primer plano, el Mark de ahora, con su camiseta oversized, cadenita al cuello y rizos seductores.
Un CEO con un estilo impuesto, vale, pero del que se puede opinar. Unos campeonatos más de jiujitsu por aquí, unas bravuconadas más por allá y, oye, quién sabe, igual toma el trono de chico más popular del instituto de tech bros.
Hot 🔥
Hay una marca que Mahou maneja todavía mejor que la suya propia: la “Marca Madrid”. Si tu primo el del pueblo, que paga 300 € por un piso, te pregunta por qué vives en Madrid, puedes no saber qué responder. Ahora, Mahou sabe comunicar como nadie la madrileñidad. En este caso, con un chotis de Delaporte, Ginebras y Sidecars.
New 🐣
Esto va tan rápido que casi se nos va de new, pero no podíamos dejar de hablar de lo nuevo de Open AI. GPT-4o charla contigo en plan Her, guía en directo a personas con discapacidad o traduce simultáneamente, entre otras virguerías. Y lo que faltaba: Apple quiere implementarlo en el iPhone. Se vienen curvas.
Fail 🫣
Hoy le damos nuestro fail a Apple por sus disculpas por la campaña Crush. Ya es malo que veas este anuncio y entiendas que el iPad quiere acabar con el arte. Pero hay algo peor. Apple lleva promocionando la creatividad durante décadas y ahora se pliega a cuatro trasnochados que malinterpretan una buena pieza. Chico, si tú no tienes claro tu mensaje…